Frei!

¿Realmente eres libre? Supongamos que si, que tú eres quien decide; es más fácil vivir una mentira feliz que una verdad triste.
Desde que nace alguien y se podría decir que vive, está atado, su casa, familia, cultura... él no las elige.
No puede ser más sencillo y más simple que ver a algunas personas que mejor trato reciben solo por el color de su tinte, o que antes las admiraban pero ahora las rechazan por el hecho de ser virgen, y es que es lógico, las reglas nos rigen, nos imposibilita ver cuánto nos prohíben, pero, nos dan libertad o eso es lo que dicen, ya que a quien no le favorece, prefiere entrarle al bisne.
La educación accesible nos daría gente que en la sociedad sirve, no que sobrevive del crimen y deje al país proclive al declive.
Deberíamos lograr que esto se rectifique, alzar la voz hasta que el subsuelo vibre, no llamar a la puerta tocando el timbre, sino tumbar la entrada y dejar que la verdadera libertad ¡grite!, ¡silbe! y espero que tu espíritu le imite, que tu cuerpo no le limite.
¿Ahora entiendes lo que te dije? ¿Comprendes la suposición que te hice? Pero no importa, sigue creyendo que por un lema comenzarás a ser libre.