sábado, 29 de diciembre de 2018

Lippen.


Es simplemente fantasía. No hay otra manera de describirlo. Tal vez es un concepto que limita bastante, pero al mismo tiempo da pauta para englobar todas las ideas posibles en solo una palabra. No hay nada más que pueda explicar la emoción de imaginar el momento perfecto para un primer beso, más aún cuando esa persona que tanto enredo crea en tu cabeza está junto a ti, tomando tu brazo y recargándose en él para descansar mientras disfruta de una película que aceptó ver solo para estar contigo. En algún momento te dejó de interesar lo que proyectaban en la sala o lo que retumbaba en tus oídos, para concentrarte plenamente en planear ese contacto tan especial y que crea tanta ilusión; ya todo está preparado, si está contigo, se recuesta en tu pecho y toma tu mano, significa que te quiere, ¿no?, entonces, ¿qué te genera esa inseguridad? Solo toma su mentón, asegúrate de que dirija su mirada hacia ti, haz una breve pausa, genera expectación en ella, acércate a su cara y ¡bésala!
No, eso no puede suceder así, ella definitivamente sabe cómo le gustan los besos, tú solo tienes la experiencia por una persona, si te atreves a hacerlo, no le gustará y se acabarán esos momentos de felicidad a su lado, así que no, enfócate en la película, nada de eso sucederá hoy, sé paciente...
Aunque, mira, te acaricia la barbilla, su mano es suave y se desliza por mi cara como una dulce tela, un ansiolítico para mi momento de ansiedad, una banca en mi jornada de cansancio, una señal de cariño en mi soledad. 
-Sé valiente, hazlo, nunca lo has hecho de esta manera y es tu oportunidad, todo saldrá bien, en el fondo sabes que siente lo mismo que tú, solo es cuestión de esperar el instante ade... ¿qué ocurre? me está viendo, su mirada me atrapa, sus ojos me retienen, fijan mi atención en ellos y transforman la sala en un pequeño sillón en el que solo estamos ella, su mirada y yo; recuerda, esperar el instante ade... no puedo, sigue examinando mi cara, tal si me acerco más, podrá encontrar lo que bus... o podríamos besarnos, esa opción se siente mejor, mucho mejor de lo que esperaba, ahí empezó a desbordar la verdadera magia, sus labios expresaban "te quiero, quiero estar junto a ti, valora lo que siento" mientras los míos respondía "soy consciente de lo que sientes, sé lo que es porque yo también lo siento, y por eso mismo, valoraré tu compañía cada segundo, así que descuida, estás segura". 
Las palabras no dichas fueron las mejor comprendidas, se complementaron de forma que no quedó ninguna duda entre los dos, solo la sensación de que los labios se seguían expresando su afecto a pesar de haber sido separados hace más de 20 minutos.
La mejor parte es que conoces a la perfección esa sensación, así que cuando quieres volver a percibir sus labios, solo hace falta estar en un lugar oscuro, o simplemente cerrar los ojos para recordarlo, eso es precisamente a lo que yo le llamo "fantasía".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lippen.

Es simplemente fantasía. No hay otra manera de describirlo. Tal vez es un concepto que limita bastante, pero al mismo tiempo da pauta para...